Todos queremos que aparezca ese algo en nuestra vida que nos haga exclamar ¡eureka! e ilumine nuestro viaje. Leemos en mil artículos y libros cómo inducir ese cambio que todos buscamos: viajar, haz cosas nuevas, aprende, deja tu trabajo, sé tu jefe, no te conformes. Aun pudiendo usar algunos buenos consejos, es un tema muy subjetivo, todos somos diferentes y no nos llenan las mismas cosas ni tenemos los mismos talentos. Por ejemplo seguramente ya hayas encontrado algo o alguien que haya cambiado tu vida y haya ido definiendo tu carácter, pero no te diste cuenta porque no vino avisándote. Puede que pasaran años hasta que te diste cuenta de lo mucho que algo te afectó y condicionó tus acciones posteriores. Y es que la mayoría de las veces no nos daremos cuenta de nuestra propia evolución.
Todo viaje comienza con un pequeño paso. Necesitamos una pequeña semilla de la que brote un cambio que puede presentarse en cualquier forma: un viaje, una charla, una persona, un libro, una canción o una casualidad, pero a partir de ahí todo dependerá de nosotros. Tras el primer viaje somos nosotros quienes decidimos hacer el segundo, tras una gran primera cita, el planear la segunda, cuando termina la primera clase de piano eres tú quien decide seguir practicando, trabajar y no abandonar. Todos tenemos habilidades y puede que un tope a nuestras capacidades, no todos podemos ser genios, pero sólo con tesón podemos alcanzar un nivel superior al 99% de la población.
Muchas veces vamos dando bandazos, probamos cientos de cosas y no nos quedanos con ninguna, otras desde el primer momento sabemos que hemos acertado o no somos conscientes de que lo que estamos haciendo nos cambiará por completo. Tras cierto tiempo conoceremos mejor nuestras propias inclinaciones. Una vez identificado algo que disfrutes dedícale tiempo y esfuerzo, tus motivos para gozar de algo pueden ser muy variados: desde esa vocecita que te dice que lo hagas, sentirte bien, aprender o que te guste sea la gente que lo rodea.
¿Por qué buscar ese algo que te gusta? ¿Por qué ese algo me ayudará? Ese anhelo por aprender y mejorar te hará crecer. Lo que hacemos regularmente, con pasión y dedicación siempre nos cambia a muchos niveles, no sólo en cuanto a capacidades físicas o mentales: ejercítate y tu cuerpo ganará salud, flexibilidad, fuerza y resistencia, lee y cultiva tu mente y se hará poderosa: concentración, imaginación y memoria. Uniendo ambos: disciplina. Cada uno de estos pequeños cambios diarios quedarán grabados en nosotros y nos definirán: sé más fuerte y tu autoestima y confianza mejorarán, desarrolla tu memoria y esto afectará a tu día a día, come bien y haz ejercicio y prevendrás dolores y enfermedades, juega al Go y entrenarás la paciencia y el juicio de tomar decisiones más acertadas y razonables, medita un poco, respira y una mente más calmada te hará ver la vida de otro modo. Asegúrate de que te guste, dedícale tiempo y saborea el camino. Cuando seas un maestro añorarás tus tiempos de aprendiz.
Elige ese algo que no es posible aprender al 100% y estará contigo de por vida, no aquello que sea de usar y tirar, que te pueda dar el dinero en un abrir y cerrar de ojos. Porque lo que merece la pena es aquello que se tarda en obtener y no se puede asimilar mucho de golpe. Quizá en una semana, mes o un año no puedas apreciar el cambio, pero echa la vista más atrás y compara el ahora con el antes, te sorprenderás de la profundidad de la huella.
Encuentra aquello que de verdad disfrutas, sé tenaz y te ayudará a ser mejor persona: alguien más interesante de la que la gente disfrutará estando en su compañía y, más importante, estar satisfecho contigo mismo.
Also sobre mí: hoy sigo uniendo mis puntos y me queda muchísimo por recorrer. Te animo a hacer lo mismo identificando los tuyos: conocer a la persona adecuada, Go, grandes momentos, grandes amigos, viajes, aprender un idioma, Asia, kungfu, cambio, volver a ser estudiante, amor, decidir, aprender, proyectos…
Deja una respuesta