Ya vimos qué cosas son las importantes en la sociedad actual y la importancia de la atención. Ahora hablaremos sobre otra cualidad que suele ser menospreciada: la empatía.
A partir del gr. ἐμπάθεια empátheia.
1. f. Sentimiento de identificación con algo o alguien.
2. f. Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.
Empatía, ¿es eso que sólo sirve para que la gente se arrime a contarte sus penas, o algo más?
¿Qué es la empatía?
No voy a hablar de técnicas artificiales para saber qué piensan otras personas, sino algo más sencillo como es el pensar poniéndote en lugar de la otra persona. Tratar de comprender a alguien es costoso y necesita tiempo. Nos interesamos por comprender contadas personas en nuestra vida y con muchas otras no hacemos el más mínimo esfuerzo por ello. Lo que no muchos imaginan es que la empatía es una poderosa herramienta, y no sólo para “hacer el bien”, sino muy útil. Todos los humanos podemos captar las emociones del resto de la gente, desde los que con sólo verte ya saben que “te pasa algo raro” a los que no consiguen captar una clara ironía con los problemas que esto puede suponer ―éste es uno de los síntomas del Síndrome de Asperger―.
Muchas veces hablamos del Go como del juego que traduce tu personalidad en al tablero. Si bien creo que esto es propio de cualquier actividad que realizamos pues todo en esta vida lo llevamos a cabo con un estilo y toque muy personales pero esto qué significa, ¿qué es reflejar tu personalidad en el tablero?
Empatía y Go
El Go es un juego altamente intuitivo, entendiendo por intuición una serie de patrones y conocimientos que a fuerza de repetirlos y entrenarlos pasan a formar parte de nosotros y nuestra forma de pensar. En Go entender a alguien es comprender su estilo, intuir su próximo movimiento y saber con qué tipo de partida está más o menos cómodo: si es una persona tranquila que juega sólida y segura o alguien más aventurero y con un estilo más alegre y rápido. Estas tendencias siempre están presentes independientemente del nivel de esa persona desde el principio de su aprendizaje y aparte el estado de ánimo las acentúa y modifica: un mal día y la solidez puede convertirse en lentitud y apatía, y estar alterado hará pasar la velocidad y ligereza a jugadas poco razonables y debilidad en tus posiciones. El rendimiento psicológico es serio motivo de estudio para potenciar el rendimiento de atletas, y es que un grandísimo talento se puede derrumbar con una psique débil (estudio, estudio).
Personalmente creo que cada persona puede convertir su estilo propio, por muy extremo que éste sea, en un arte eficaz, no necesariamente debe estar en un centro equilibrado. Es más, el salirse de lo común te hará más especial pero es más difícil pues es territorio inexplorado. Los jugadores profesionales muchas veces tienen estilos muy marcados y partes del juego donde alcanzan la excelencia y hacen su seña de identidad: desde los más atrevidos e imaginativos que crean combinaciones imposibles como Lee Sedol, a los más “aburridos” y eficaces como Lee ChangHo, famoso por hacer cambiar la idea de que ganar de medio punto era fortuna y no habilidad. Sin embargo a mí los que más me gustan son los que aparentemente no hacen nada espectacular ni brillante, sino que cuentan con una visión global del tablero superior donde su juego se crea en función del juego de su oponente, un estilo flexible.
En mi experiencia con niños, como niños impacientes que son la gran mayoría tienden a jugar rápido y sin pensar ―se lo pasan genial intentando matarte vaya―. Impresiona especialmente cuando un mocoso o mocosa de 9 años como la que me ganó hace unos meses juega calmado y seguro, demostrando que es alguien extremadamente maduro para su edad. En conclusión, con un vistazo podemos comprender cómo es esa persona, sea un niño o un adulto. Como ejemplo de Go los jugadores tenemos muy presentes las partidas entre Cho Chikun y del ya mencionado Takemiya Masaki cuyos enfrentamientos son el equivalente a mezclar agua y aceite. Con dos estilos tan radicalmente opuestos se crearon las mejores partidas de la época.
Esta es una clásica partida entre ambos, fuerza vs territorio, ¿cuál prefieres?
Takemiya en primer plano y Cho ChiKun, el Yin y el Yang… y no sólo por el juego
(por Gogameguru)
Poder intuir a tu amigo, jefa, compañeros de trabajo o familiares te servirá en primer lugar para saber por qué hace las cosas como las hace, imaginar cómo las hará y saber cómo reaccionar según cómo se encuentra en ese momento. De los días que es mejor evitar a tu jefa a los que sabes que es momento de una charla distendida. Lo que esto implica puede ir desde ponerte en el lugar del otro para comprender sus motivos y poder ayudarlo en la vida, ver y corregir efectivamente sus defectos en Go, poder manejar efectivamente un conflicto con esta persona o poder desquiciarle en una partida sabiendo cómo jugarle. Esta empatía es más difícil cuando hay diferencias culturales o la persona sabe y quiere esconder sus emociones: diferentes culturas o relaciones jefe/empleado o alumno/profesor.
Y tú, ¿eres de los que cuando juegas con alguien más débil lo avasallas sin piedad o te limitas a ganar de lo justo?
Si le mato más grupos, aprenderá más.
Anónimo
Wing Chun, siente a tu oponente
No fuerces ni impongas, adáptate a la situación
En el Wing Chun entender a tu oponente es también esencial y puede hacer mucho bien en nuestra vida cotidiana. La principal diferencia es que en Wing Chun la mayor parte del tiempo tenemos un contacto físico y todo es mucho más rápido. Es una empatía mucho más física y visceral donde el movimiento de tu oponente te indica lo que pasará. Pasar de sentir cómo alguien nuevo es pura tensión, cómo las primeras semanas 5 minutos de simple práctica supondrá que no pueda mover los brazos y ver cómo clase tras clase y práctica tras práctica la persona se va relajando hasta que horas de entrenamiento no supongan esfuerzo. Cómo el movimiento se va interiorizando y ampliando y cómo situaciones antes las que hace dos semanas no tenías respuesta ahora fluyen naturalmente. Y poco a poco ir incorporando estas sensaciones para mejorar tu arte marcial. Y lo mismo se puede aplicar a la vida.
If you trust yourself, any choice you make will be correct. If you do not trust yourself, anything you do will be wrong.
David Carradine
En Wing Chun es muy fácil leer cómo es una persona, si es creativa, alegre, tranquila, miedosa, si se preocupa de ti, le das igual, etc. En todos los casos puedes aprender, aunque mucho más de la adversidad, del oponente que aparte de querer “ganarte” e imponerse no pretende mucho más. Yo tuve que hacer una profunda introspección tras encontrar oponentes así y sentirme frustrado, otros muy agresivos sin tener maldad. Con uno de ellos creo que ambos aprendimos mucho, él cómo ser más tolerante y obtener otro punto de vista que en un principio consideraba erróneo y yo a dejar parte de mi ego de lado y mentalizarme para aprender. En un enfrentamiento de cualquier tipo ¿quién gana?, ¿cómo ganas, ridiculizando y destruyendo a tu oponente? o ¿dejándole que haga lo que quiera para que se sienta bien?. No, aprender es ganar y debería ser tu objetivo, deja de lado tanto tu yo más terco como más apocado, abre tu mente y refuta lo que crees erróneo con acciones, no con malas palabras o actitudes infantiles, que tu objetivo no sea el hacerse sentir mal a la otra persona ni que “pague” por la rabia que sientes. Tranquilízate, trágate esa ira y aprende, sólo así te convertirás en una mejor versión de ti mismo.
La adversidad nos puedo hundir, pero si no lo hace nos hará crecer más que ninguna otra situación.
La empatía, como todo, se puede entrenar, te invito a que la próxima vez que tengas que tomar una decisión o dar una respuesta no muy agradable a un email al que reaccionaste con desagrado o ira, primero esperes unos minutos y luego pienses por qué la persona que lo escribió te lo envió, si hay algo más, no tan obvio a simple vista y te intentes poner en su situación para poder reaccionar de la forma en que ambos podáis aprender. Entonces estarás usando tu súper poder de la empatía y te garantizo que tu vida mejorará.
Antonio, me ha encantado el artículo. Comparto totalmente contigo la manera de entender tanto las aficiones como las situaciones del día a día o cualquier otra que se plantee. Va a ser por eso que somos hermanos 😉
Entonces necesito opiniones más críticas, jajaja ¡Muchas gracias!